sábado, 31 de diciembre de 2022

TODO EL MUNDO SABE, COMO LEONARD COHEN

Todo el mundo sabe que ellos no necesitan muchas cosas para reír. Todo el mundo sabe que ellos no necesitaban dos coches en la puerta, dos duchas diarias, dos viajes en avión al año con destino a ninguna parte, una casa con seis aparatos de aire acondicionado y calefacción central, ni cinco pares de zapatos y diez trajes.

Todo el mundo sabe que pueden ser felices sin esta descendente vocación del capital que los aboca al juego de las finanzas que a ninguno de ellos conviene. Porque todo el mundo sabe que los dados que les entregamos estaban trucados, y aún así, incluso ellos los lanzan cruzando los dedos.

Todo el mundo sabe que la lucha a la que los abocamos estaba amañada. Los pobres siguen siendo pobres, los ricos se hacen ricos. Así es como es. Todo el mundo lo sabe. 

Todo el mundo sabe que el bote que les dimos para que nos siguieran hace aguas porque tiene una fuga que no le contamos.

Steersman, cuando estuvo en el Golfo de Guinea, me contó que el capitán les mintió a todos. Todo el mundo sabe que el capitán mintió. Todo el mundo tiene esa sensación de que falta algo que no les contaron, porque les hicieron creer que era muy necesario tener dos coches en la puerta, dos duchas diarias, dos viajes en avión al año con destino a ninguna parte, una casa con seis aparatos de aire acondicionado, calefacción central, cinco pares de zapatos y diez trajes, que no necesitaban. 

Pero las cartas estaban marcadas, y son las que les dimos para jugar, por lo que sin duda el trato inicial estaba podrido, y el negro Joe sigue recogiendo algodón para que tú puedas hacerte tus trajes y tus ropas. Y todo el mundo lo sabe.

Hoy he cogido el coche, he salido a ver el mundo, con el río Niger a babor, he encendido la radio y, sin darme cuenta, he puesto a Leonard Cohen para escuchar lo que todo el mundo sabe. 

Everybody knows...










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