sábado, 21 de septiembre de 2019

TE ESCOGIÓ UN POEMA DE CERNUDA, STEERSMAN



Uno no escoge los poemas que llevará siempre con él. Ni escoge los amores que le atacan como rayos. Ni escoge padre y madre. Creemos que elegimos nuestra vida, pero no es así.

Estaba junto a él, serían las 5 de la tarde del 11 de septiembre. Decidí escuchar un podcast del programa Versos Encendidos de mi poeta de referencia Luis Cernuda. Ese podcast dura 29 minutos y 14 segundos. Llevaba 22 minutos y 42 segundos escuchando los versos de Cernuda cuando sucedió todo, el corazón se le paró, y ese poema me eligió para siempre:

"Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo 
como una nube en la luz; 
si como muros que se derrumban, 
para saludar la verdad erguida en medio, 
pudiera derrumbar su cuerpo, 
dejando sólo la verdad de su amor, 
la verdad de sí mismo, 
que no se llama gloria, fortuna o ambición, 
sino amor o deseo, 
yo sería aquel que imaginaba; 
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos 
proclama ante los hombres la verdad ignorada, 
la verdad de su amor verdadero. 

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien 
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; 
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina 
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, 
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu 
como leños perdidos que el mar anega o levanta 
libremente, con la libertad del amor, 
la única libertad que me exalta, 
la única libertad por que muero. 

Tú justificas mi existencia: 
si no te conozco, no he vivido; 
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido."


Ese poema me eligió para siempre. Y Steersman, Norberto Ruiz Rodríguez, no sabía entonces que un poema de Cernuda se oía en aquella habitación blanca. Eran un poco más de las cinco de la tarde, pero igualmente tardará mucho tiempo en nacer si es que nace...


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